domingo, 6 de marzo de 2011

Historia sin titulo aun...Parte IV

no sabía que me espera en el baño, mientras caminaba, iba imaginado que podía ver, un baño sucio… con losetas mohosas, quizás sin agua… pero a penas atravesé la puerta… me quede sorprendida pues a pesar de que la casa se vea un poco antigua… el baño no estaba no impecable… pero si limpio… y ordenado… estuve unos minutos en el lavadero frente al diminuto espejo, empecé a ver lo mal que me veía.. me senté en la silla de madera mientras miraba la tina, dudando si meterme o no, no soporte mas y abrí el grifo y espere a que la tina se llenara, no era necesario llamarlo para pedirle jabón y una toalla limpia pues todo estaba preparado… me saque el polo, los pantalones y el brasier… luego mi trusa dudando un poco… primero probé el agua con la punta del dedo gordo de mi pie y no estaba tan fría como esperaba y empecé a sumergirme lentamente, el agua me relajo mucho… no quería salirme de ahí me que buen tiempo, cuando él empezó a tocar la puerta y a preguntar si estaba bien, supuse de que no se preocupaba por qué me fuera a escapar, pues la ventana del baño estaba alta y aun así estuviera la silla de madera para trepar por ahí iba a ser imposible mi huida pues tenía una rejilla que se notaba muy resistente, –si estoy bien gracias- respondí, y el abrió la puerta curiosamente… me quede inmóvil pues no sabía si pararme a cubrirme o quedarme en el agua, gritar, o ponerme la toalla encima, pero estaba muy lejos… nos quedamos inmóviles y nos miramos a los ojos, me dijo -disculpa no quise..- no te preocupes, todo está bien, porque entraste? Se enrojeció y dijo –solo quería cerciorarme de que estabas bien, le dije -¿y como me ves??? Estoy bien, no me ha pasado nada-, -si ya me di cuenta- por favor puedes dejar que termine- se sonrojo mas –sí, sí , claro disculpa, que torpe soy, me avisas cuando termines, en el mueble hay ropa limpia si no deseas ponerte la tuya, con gusto la lavare-, le mire con pena -cuanto tiempo pretendes mantenerme aquí, por favor- me levante un poco y parte de mi pecho salió del agua él se vio desprevenido por mi repentino movimiento, pareciera que la sangre le hervía-no, no te levantes por favor, ya vamos a hablar… te, te, te espero afuera- tartamudeo, Me di cuenta de que estaba expuesta y me recosté nuevamente. -está bien- susurre.

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